Mirada de Occidente

"El mal es bien, y el bien es mal ..." Macbeth, William Shakespeare

viernes, septiembre 30, 2005

Marcha Negra (¿Marcha Verde II?)

Hace unos treinta años el Moro nos quitó (se lo regalamos) el Sáhara. Iba a ser para los saharauis, pero el Gran Marruecos (primo hermano de la Gran Rusia, la Gran Alemania, la Gran Serbia o el Gran Israel) se adelantó. Qué cosas.

Todavía colea lo del Sáhara: ¿verdad Desatinos? ¿verdad Risas? Entre los anteriores y con la inoperante ONU de por medio, que Dios se apiade de los saharauis. Todo sea por la grandeza de la Alianza de el Risas. Y por la vergüenza de España.

Y ahora oleadas de negros (hoy tampoco toca el políticamente-correcto-subsaharianos) asaltan las vallas de Melilla primero y Ceuta después. Casualmente, Benaissa se deja caer por Madrid para que Desatinos le diga que Marruecos es la victima. El Moro calienta la Cumbre y la victima es el propio Moro. Qué país, y qué Gobierno. Por cierto, qué más le habrá dicho Desatinos ..., ya que parece que lo de la inmigración le toca al Foro Mediterráneo.

Por continuar con esta, en principio inútil, diatriba, todavía no está muy claro que pasó el 11-M. Además de los chavales del norte, el servicio secreto marroquí, es decir el Moro, era el que más ganaba. Y así está siendo. Su implicación parece que nadie la desmiente, todo lo contrario (hay están el Chino y el otro), entonces ¿qué? Lo mismo, SOLO lo mismo, a el Risas, influido por bufones varios o no, se le ha ocurrido ¿devolver? Ceuta y Melilla en pago por los servicios prestados por el Moro: primero los asaltos, luego en lugar de electrificar la valla o mandar a mas antidisturbios, se manda a la Legión, a los Regulares y a quién sea con el consiguiente riesgo , y por último, ante la imposibilidad de defender esas dos ciudades españolas, éstas, depués de que la opinión pública lo asuma, pasan a manos de el Moro. Genial. Es lo que tiene la Alianza esa.

Teniendo en cuenta la que nos tiene liada por estos pagos, lo dicho en el párrafo anterior no nos extrañaría nada. Especialmente si nos atenemos a su escaso nivel cultural, prototipo de tonto útil, y particularmente en lo que a Historia se refiere.

Qué Dios nos pille confesados, porque a Alá, o a la Escuadra, les hes indiferente.

¡VIVA LA RENDICIÓN PREVENTIVA!

miércoles, septiembre 21, 2005

El Vaticano y del Ponte

Nuestro otro blog, ESF, ha publicado que el Vaticano encubre a genocidas croatas. Todo según una información aparecida en "El Mundo" (y previamente en "The Daily Telegraph").

No seremos nosotros los que neguemos que el Vaticano encubra a un criminal de guerra, pero tampoco lo afirmaremos. De momento.

Eso sí, por ahora solo negamos que sea sólo croata: por ley este ex-miembro de la Legión Extranjera es francés. Y por otro lado, y gracias a la sacrosanta ONU, el Vaticano es cierto que no tiene la obligación de entregar a nadie. Francia sí. La propia del Ponte lo ha dicho.

Entonces ¿qué? Que el Tribunal internacional de La Haya no vale para mucho, más bien nada. Pues va a ser eso. Al fin y al cabo es hijo de la ONU, es decir, depende de terceros paises para su "funcionamiento": ni el uno ni la otra tienen poder de ejecución.

Y continuando con la necesidad de terceras partes, por qué el Vaticano ... El sujeto en cuestión es francés: Francia "puede" detener a cualquiera (incluidos sus ciudadanos, y especialmente si son acusados de crimen contra la Humanidad) esté donde esté. Así mismo, si ese mismo desgraciado está en una iglesia, monasterio o lo que se tercie, EL ESTADO CROATA PUEDE Y DEBE ENTRAR A POR ÉL; como pasaría en España o en la misma Italia. Entonces, dónde está el problema ...

El asunto en cuestión ya colea desde antes de las negociaciones para el ingreso de Croacia en la UE. Uno puede llegar a pensar que estamos asistiendo a un coletazo de la IIGM (y de la IGM o de la franco-prusiana de 1870): Francia (Serbia) vs. Alemania (Croacia) ... En fin, quién sabe.

De Carla del Ponte no hay que creerse todo lo que dice, al fin y al cabo, ¿dónde están las pruebas de tal encubrimiento? (Sobre la información, preferimos la de la BBC). Es lo que tiene ser la Garzón europea, que se lo digan a los ruandeses.

Terrorismo

En el blog Tizas se han hecho eco de la palabra terrorismo. Y lo que ello implica.

Como bien cuentan en ese post, el análisis procede de "El almanaque". Y aquí está.

Las palabras es lo que tienen. Para bien o para mal.

jueves, septiembre 15, 2005

Una victoria importante

Pero ocurrió hace 65 años. La Batalla de Inglaterra se decidió un día como hoy. Debió ser algo épico, algo que ahora se echa de menos, y la verdad, nunca dejaremos de agradecerlo.

Fuera de agradecimientos y sentimentalismos, y para saber más: la BBC. Y más aquí.

Y por último, hay que visitar la página de la RAF.




miércoles, septiembre 14, 2005

¡¡CUMPLEAÑOS ... FELIZ??

Se celebra el sexagésimo aniversario de la ONU. Qué bonito. La verdad es que el momento es el mejor. Sí.

Para celebrar tan magno acontecimiento, se pensaba reformar la organización. Una pena que se pensara y ya solo se piense en salvar los trastos. Pero tampoco nos suena raro. Es normal que la ONU no haga nada a derechas. Bueno, si exceptuamos alguna que otra corruptela. En fin, mucho hablar de reforma y poco de los escollos hay que solucionar.

Con respecto a la "reforma": quiénes son miembros permanentes, y por qué, o desaparecerá el veto ...

En el mismo orden de cosas, la eficiencia de la ONU hay que seguir poniendola en cuarentena.
Por ejemplo: qué ha pasado con el petróleo iraquí. Uno puede llegar a pensar que el Secretario General de la Organización estaba en contra de la intervención estadounidense porque a su hijo se le cortaba el grifo de los millones. Piensa mal y acertarás.

Otro ejemplo: qué pintan en el Comité de Derechos Humanos paises como Cuba o Arabia Saudí ... A qué es gracioso.

Y más: por qué la ADF tuvo que intervenir en Timor, y de paso salvarle las vergüenzas a los chicos de Kofi. Y lo mismo en Sierra Leona, donde si no es por las tropas de Su Graciosa Majestad, Ruanda parecería un patio de colegio.

Para qué diablos sirve la ONU ... Es la gran pregunta. Lavar dinero, proponer estrambóticas alianzas, y mirar para otro lado, como Ruanda o Sudán lo atestiguan, se les da de maravilla.

Nos gustaría poner un ejemplarizante ejemplo además de la II Guerra del Golfo ..., pero no nos sale. En la lucha contra el hambre o en favor de los niños, las ONGs lo hacen infinitamente mejor. Al fin y al cabo no dependen, o no tienen tanta dependencia, de ciertas políticas.

Bien es verdad que si no existiera la ONU habría que crearla, pero quizá lo mejor sea crear, como Dios manda, una nueva y olvidarnos de la anterior. De todas formas, y en vista de que ni se reforma ni se acaba con ella, la ONU podría empezar a defender el derecho de injerencia de Glucksman y cía., incluida la lucha contra la pobreza (por aquello de quién se queda el dinero de las ayudas; y no, ahora no hablamos del hijo de Kofi). Sería un buen comienzo.

lunes, septiembre 12, 2005

No ha ganado, ha arrasado

Sí, Koizumi a sido reeelegido Primer Ministro de Japón.

Y lo ha hecho a lo grande: casi trescientos escaños de un total de 480. No está nada mal, especialmente si se tiene en cuenta el alto nivel de participación.

Sus medidas de reforma cuentan con el apoyo popular, habrá que ver si ahora Japón sale, de la que parece, su sempiterna crisis económica.

Casi todo lo anterior, aquí.

domingo, septiembre 11, 2005

De nuevo 11 de septiembre

No vamos desde aquí a rememorar el 11S (y el 11M, el 7J, y tantos otros). Lo que vamos a hacer es que sea otro el que lo haga: Nicolás Baverez. Ha escrito la Tercera del ABC de hoy.

11-S, el choque de la historia
Por Nicolás Baerez Tercera, ABC, 11 de septiembre de 2005

"El tiempo de la historia no es ni lineal ni continuo. Se organiza alrededor de acontecimientos clave, de nudos -por retomar la expresión utilizada por Soljenitsyn a propósito de la revolución bolchevique de 1917- en torno a los cuales cristalizan fuerzas pesadas para producir aceleraciones brutales y trastocar el destino de los pueblos, de las naciones e incluso del mundo. Así, el asesinato en 1914 del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo puso en movimiento el mecanismo de alianzas que precipitó el primer conflicto mundial, engendrando la guerra total, inventando los totalitarismos y arruinando la civilización liberal y la supremacía de Europa.

Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 forman parte de estos acontecimientos y constituyen la matriz del siglo XXI. Para empezar, provocaron el estallido de las burbujas en las que se complacían las democracias desde la caída del imperio soviético: burbuja intelectual del fin de la historia, de las guerras, de los ciclos económicos y del trabajo; burbuja política de un mundo puesto en piloto automático porque se suponía que podía autorregularse; burbuja financiera de los mercados; burbuja tecnológica de Internet, al que se consideraba capaz de garantizar el advenimiento de una libertad ilimitada y la liberación de la obligación de escasez. Posteriormente, éstas sacaron a la luz el lado oscuro de la globalización que constituye el principio de nuestra época, revelando el poder de las nuevas pasiones antidemocráticas y liberales que han sucedido a las ideologías que oponen la violencia y el caos a los progresos de la sociedad abierta. Por último, a semejanza de lo que sucedió en octubre de 1917, aunque fracasaron en el intento de desencadenar una revolución islámica mundial, abrieron un nuevo ciclo histórico, situado bajo el signo de una guerra civil mundial radicalmente nueva, que ya no enfrenta a Estados o imperios sino que atraviesa todas las sociedades, sea cual sea su nivel de desarrollo.

De ahí el triple impacto sobre el sistema geopolítico mundial, sobre los Estados y las sociedades. En el plano geopolítico, el terrorismo se impone a la vez como actor autónomo, desconectado de los Estados, y como arma de destrucción masiva contra las democracias en la medida en que tiene como blanco prioritario a los ciudadanos. En el plano de los Estados, la jerarquía y las alianzas se han trastocado: la supremacía absoluta de Estados Unidos se ha visto sacudida por las dificultades encontradas en Afganistán, la derrota anunciada en Irak y el cuestionamiento de la inviolabilidad del territorio; conmocionadas, las democracias y Europa se han dividido, socavando los principios y los marcos del orden internacional. En el plano de las sociedades sobre todo, se desarrolla una guerra de valores, si no de religiones, a través de una espiral de miedo y de odio que vuelve a poner en tela de juicio los fundamentos del convenio social en el seno de las naciones libres: desestabilización del sueño americano, de la tolerancia británica, de la sociedad multicultural holandesa, del laicismo francés y de la movida española.

Cuatro años después, la situación dista de estar bajo control. Primero, la guerra civil mundial se desarrolla en un doble frente exterior -conflictos afgano e iraquí- e interior, y con el fondo de un terrorismo cuya actividad e intensidad van en aumento, como han demostrado siniestramente los atentados en Madrid, Estambul o Casablanca, Londres, Bali o Sharm el Sheik. Segundo, Estados Unidos está a la defensiva en Afganistán -donde los talibanes progresan al mismo tiempo que la legitimidad de Hamid Karzai se erosiona- y se ha estancado en Irak -donde ha originado la alianza del nacionalismo y el fundamentalismo religioso transformando el país en base de entrenamiento terrorista-, lo que deja libre un amplio espacio para las potencias opuestas a la democracia que Irán, por ejemplo, ha aprovechado para dotarse de armas nucleares. Tercero, en el seno de la mayor parte de las democracias, el terrorismo provoca una formidable demanda de seguridad que se ejerce en detrimento de las libertades y los derechos individuales, pero justifica igualmente el regreso con más fuerza de las intervenciones de los Estados y de las tentaciones proteccionistas o nacionalistas. Cuarto, en numerosos países en vías de desarrollo, sobre todo en el mundo árabe-musulmán, pero también en Rusia, esas mismas razones se invocan para legitimar el refuerzo de regímenes de carácter dictatorial.

Sin embargo, los fanáticos están lejos de haber ganado. Primero, en Estados Unidos, bajo la presión del deterioro de la situación en Irak, redoblada por la tragedia interna provocada por el huracán Katrina, por el juego de contra-poderes reactivados desde la campaña presidencial de 2004, el bandazo nacionalista, unilateral y militarista se va corrigiendo, con el redescubrimiento de las virtudes de un acercamiento internacional coordinado, incluido el ámbito de la lucha contra el terrorismo. Segundo, en Europa, bajo la conmoción causada por los atentados en Madrid y Londres, se disipa la ilusión según la cual el continente se beneficiaría de una especie de inmunidad, lo que abre el camino a una cooperación reforzada para garantizar la seguridad de la Unión y la renovación de la alianza transatlántica. Tercero, en las naciones libres, vuelven a aflorar las preocupaciones ligadas a la defensa de las libertades individuales al mismo tiempo que las reflexiones sobre el lugar otorgado a las minorías y a la religión. Cuarto, en el mundo árabe-musulmán se observan progresos en lo que respecta a la libertad, ya se deba a una soberanía redescubierta como en el caso de Líbano, a la evolución desde una lógica de guerra a una lógica de compromiso político en el caso de Oriente Próximo, a la introducción o mejora de los procesos electorales en el caso de Arabia Saudí o de Egipto, o bien a la prevención de focos extremistas, sobre todo en el ámbito de la educación.

El 11 de septiembre de 2001 no señala la irrupción de un choque de civilizaciones, sino que caracteriza un choque histórico, en el que está en juego una gran transformación de la democracia, del capitalismo y del sistema geopolítico mundial. Las democracias han cometido tres errores capitales en la respuesta que se le ha dado. El primero consiste en subestimar las transformaciones aportadas por el nuevo orden internacional, también para las naciones libres y sus pueblos, que deben asumir de forma duradera el riesgo terrorista. El segundo se refiere a la noción de guerra contra el terrorismo, reductora e infundada, por ser tan diversas las causas de la violencia y variadas sus manifestaciones, y porque la réplica convenida se desarrolla menos en términos de jefe de guerra que de estrategia política. El tercero reside en la prioridad dada a las decisiones nacionales sobre la indispensable coordinación internacional, al haberse demostrado que ni siquiera la superpotencia estadounidense en situación de monopolio está a la altura de los problemas del mundo del siglo XXI. La superioridad de las democracias sobre las tiranías consiste en que disponen de la capacidad de debatir sobre sus errores y, por lo tanto, de corregirlos. El verdadero antídoto contra el terrorismo, con su cortejo de miedos y odios, sigue siendo la globalización y la sociedad abierta."

Todo sea por pensar un poco.

miércoles, septiembre 07, 2005

Elecciones en Japón

Parece que el próximo domingo Junichiro Koizumi ganará las elecciones japonesas.

En un principio, la reforma del servicio de correos, o mejor, su privatización, parecía que se lo iba a poner difícil al actual Primer Ministro japonés. Pero el escaso empuje de la Oposición ha tirado por la borda cualquier opción en el país del Sol naciente (y eso que han dicho que si ganan, se traerán las tropas de vuelta a Japón. A ver si la soleada Oposición va a copiar a otros que andan en cierto Gobierno ...)

La presumible victoria de Koizumi, le deja las manos libres para una reforma de la Constitución más que interesante: el rearme de Japón. Si bien, dicho rearme ya es una realidad. En el año 2004, The Japan Times publicaba los avances que se estaban produciendo en el no-ejército japones. Los planteamiento defensivos de Japón se han modificado, y según su Primer Ministro, ya es hora de cambiar la defensiva Constitución, y por ende la relación con EEUU. El terrorismo y el al-parecer-imparable-avance de China, tienen algo que ver. Todo eso y más, aquí.

Lo último: los nuevos SH60K de la Armada Imperial, con capacidad antibuque.

Por otra parte, quizá, solo quizá, revitalizar la industria de la defensa puede ser una buena forma de intentar atajar la crisis.