Mirada de Occidente

"El mal es bien, y el bien es mal ..." Macbeth, William Shakespeare

domingo, enero 30, 2005

Cuba y algo más

Menuda ha liado nuestro apreciado Moratinos, o más bien el gobierno.

La UE quizá decida mañana suavizar las sanciones a Cuba. Y claro se ha armado una buena: pobre Fidel y que el tal Payá siga pudriendose. Ni a Havel le hacen caso. Eso sí, hay conmemorar Auschwitz (y por si se nos olvida, también las genialidades de Stalin (de este hay muchas, pero es por poner otra polaca), Mao (y falta la Revolución Cultural), Pol Pot (y aquí), y las recientísimas, y al parecer ya olvidadas, de Ruanda, entre otras como la de Timor), pero ese es otro tema.

En fin, que así nos va.

PS: Además, Holanda y Alemania han protestado por la política de inmigración de nuestro todavía español gobierno.

Lo que faltaba, que en nuestra Europa nos miren mal. Y eso que todavía no se ha puesto en marcha el Tratado ese, mal llamado Constitución.

Santa Cruz y Bolivia, o Bolivia y Santa Cruz

¿Un nuevo país en ciernes?

Quién sabe. La verdad es que el descontento en Bolivia viene de hace tiempo, sobre todo con aquella revuelta del gas. Ahora las cosas se han complicado: la provincia más rica de Bolivia se quiere secesionar. No sé sabe como acabará, pero, de momento las protestas han conseguido que los gobernadores sean elegidos mediante elecciones, y no puestos a dedo desde La Paz. Todo en aras de una cierta autonomía de la cual ya sabremos más.

Para saber más sobre Bolivia, pinchar aquí y aquí.

De todos modos, nos gustaría saber como se ve la situación desde Chile, además de desde la propia Bolivia y/o santa Cruz.

Nuevo enlace

La verdad es que ya era hora que tuvieramos conocimiento de un blog del otro lado del Atlántico, pero del Sur. En este caso es un blog chileno, y por él nos vamos a enterar como van las elecciones en ese estrecho y largo país, aunque esperamos que llegue a algo más y podamos seguir contando con él despues de las elecciones en Chile.

Este es el nuevo enlace, que ya hemos incorporado en el lateral: Elecciones 2005 Chile.

lunes, enero 24, 2005

Comentario

Cuando hace más o menos un mes, desde aquí comentábamos la vergonzante visita de Chavez a España, dejamos caer por un lado, y al hilo del papelón de Moratinos, lo bien que se lo debían estar pasando las Ministras de este nuestro Reino, además de la cruenta lucha que hay en el área económica del Gobierno; y por otro la defendida educación islámica de España.

Pues bien, uno de nuestros escasos visitantes, rafa (cuyo blog es Filosofía Crítica Posmoderna) afirma, muy razonada y escatológicamente, que la cagamos con nuestras futurologías.

En fin, nos tememos que no, que no la cagamos. Qué no, si se refiere a lo de la patada que desde Ferraz (y desde la Gran Vía) le quieren dar a Moratinos (apuesta personal del Señor Presidente). Qué no con el hartazgo y desánimo de ciertas Ministras. Qué no con que Solbes en cuanto pueda, es decir, cuando las cosas empiecen a ir mal, se va (sobre este tema el último capítulo está calentito: Conthe, Presidente de la CNMV, archiva el caso FG y desde Prisa le marcan. Y todo por la tirria que Miguel Sebastian le tiene a FG desde que este puso fin a su espectacular carrera en el Servicio de Estudios del BBVA). Y qué no con lo de la gubernativa islamización de España.

Vamos: qué no.

miércoles, enero 05, 2005

Regalo de Reyes

Pues eso, que nuestro regalo de reyes es este blog.

Es una interesante recopilación de noticias del Indostán. La cantidad de información que la gente está haciendo llegar a través de sus respectivos blogs es muy importante, y esperamos que siga asi.

En fin, buena noche de Reyes, por mucho que a algunos no les guste la historieta.

domingo, enero 02, 2005

La Toma de Granada

Sí, hoy 2 de enero se comnemora la Toma de Granada, acaecida allá por el año del Señor de 1492, por mucho que a algunos les cueste creerselo.

Así que ¡Por Isabel y Fernando!, desde aquí nos sumamos a la celebración. Todo sea por incordiar a esos estupidos gañanes que reniegan de su pasado. Por cierto, para esos mismos gañanes, les recordamos que la Toma de Granada supuso la expulsión, la primera, de los moros de España. Es lo que tiene haber ido al colegio.

Nicolás Baverez

El pasado mes de diciembre, Nicolás Baverez pronunció una conferencia en la San Pablo. Y en el ABC de hoy se publica una entrevista con él. La verdad es que es un tipo que nos cae simpático, como Revel. Y también como el otro Nicolás francés: Sarkozy.

En definitiva, el señor Baverez puede pasar, al igual que nosotros, por una suerte de liberalista-intervencionista, más o menos como Blair. Además, y también como nosotros, tiene pinta de ser un eurocabreado, lo cual, como no puede ser menos, nos encanta.

Como ya hemos dicho, y hecho, en más de una ocasión, debido a los roñosos del ABC, aquí está la entrevista. Para que todo el mundo la disfrute.

Nicolás Baverez: «Como sigamos así, Europa será cada vez menos relevante»
Por José Manuel Costa, en ABC 2005 ene 02

Nicolas Baverez es un francés algo atípico. Tanto, que no tiene mayor empacho en pronunciar una conferencia en inglés cuando va a hablar sobre la, según su libro «La France qui tombe», imparable decadencia de su país. Así lo hizo hace pocos días en la Universidad San Pablo CEU en el marco de la serie de conferencias organizadas por la Fundación Faes con motivo del 15 aniversario de la caída del Muro de Berlín. En este ciclo, organizado por la ex ministra Ana Palacio bajo el título «La Revolución de la Libertad» intervendrán, entre otros, Francis Fukuyama, Helmut Kohl, Vaclav Havel, George Shultz, Richard Perle o Mario Vargas Llosa. Baverez conversó con ABC poco antes de su conferencia, una de las primeras del ciclo, y a juzgar por lo voluminoso de su carpeta y apuntes no parecía considerar la ocasión como un simple compromiso.

Se trata de un hombre afable, ligeramente nervioso, quizás porque el impacto de su libro en Francia ha sido tal que ha rebasado cualquier expectativa. Hasta el primer ministro francés hubo de salir a contradecirle para no dar la impresión de que aceptaba un veredicto que venía a resumirse en una brutal crítica de la clase política francesa y auguraba un aumento de los extremismos si no se tomaban medidas drásticas, una «terapia de shock».
-¿Por qué piensa que su libro ha tenido la repercusión que ha cosechado en Francia e incluso fuera de su país?
-Bueno, la repercusión de «La France qui tombe» («La Francia que se desploma») quizás tenga que ver con que ha sido el primer libro basado en hechos que presentaba un retrato real de Francia y sus problemas económicos y sociales ligados al hecho de que ése es el único país de Europa que se niega a adaptar el modelo económico de los setenta
Si uno mira hacia Europa, se observan cuatro tipos de países. Los liberales, como el Reino Unido, que conciben la globalización en el mismo sentido que los Estados Unidos; los socialdemócratas, fundamentalmente en el norte de Europa, que han logrado reformar el estado de bienestar con una alta competitividad económica, pleno empleo, un alto grado de protección social y un aumento en la productividad de ese sector público. Existen además las nuevas democracias orientales, que tratan de copiar a España o Irlanda. Y, finalmente los países corporativos, como eran por ejemplo España y paradójicamente Alemania, que, aunque tarde, se está moviendo, mientras Francia sigue casi completamente estática renunciando a adaptarse. Esto explica los problemas del país, con baja productividad y crecimiento del PIB, pero sobre todo los problemas sociales como una alta tasa de desempleo y una deuda externa brutal. La excepción francesa, en suma, es la renuncia a debatir los problemas estructurales del país.
-Sin embargo, en todas partes cuecen habas. En Alemania la gente ahora no está nada orgullosa de la situación y el grado de satisfacción en el Reino Unido tampoco es muy alto. De hecho, aún hoy siguen hablando de la pérdida de una británica «grandeur».
-Es natural. Todas las democracias tienen buenos y malos momentos, todas tienen que lidiar con cambios internos o externos. El capitalismo y las democracias cambian de cuando en cuando y ahora estamos confrontados a una de esas grandes transformaciones debido a la proliferación de la violencia o de las amenazas a la libertad, a la globalización, a mayores riesgos internacionales en sanidad y medio ambiente y a las nuevas revoluciones tecnológicas.
Francia no es el único país que ha tenido problemas. Si uno observa a los Estados Unidos a mediados de los setenta, teníamos una situación muy mala, con problemas institucionales como el Watergate, una economía asentada en la «stagflación», gran desempleo con gran inflación y escaso crecimiento. Problemas diplomáticos y estratégicos... Si miras al Reino Unido, estuvo decayendo durante prácticamente treinta años y llegó a un estado tan delirante que cuando Thatcher intentó re-desarrollar el país se encontró casi con un ambiente de guerra civil.

-El crecimiento de Francia y Alemania fue impulsado por un consenso económico-social que ahora cuesta redefinir. Sin embargo, en Alemania, incluso antes de que el Estado tomara cartas en el asunto, las empresas y los trabajadores impulsaron reformas en diferentes sectores.

-Por supuesto, Francia y Alemania tuvieron mucho éxito después de la Segunda Guerra Mundial, así que les resulta más difícil moverse. España, por ejemplo, era un caso muy distinto. En cierto modo tenía una situación marginal en Europa y un desarrollo separado, de modo que, cuando España se integró en Europa, se dio un enorme movimiento de modernización... En Alemania tiene usted razón, incluso antes de la «Agenda 2010» existían esfuerzos por parte de las compañías y de los sindicatos para modernizar determinados aspectos. Ahora Schröder, mejor o peor, trata de llevar adelante verdaderas reformas.

-¿Hasta qué punto existe una fórmula universal para la modernización, como predica cada escuela de política económica?
-Sería muy equivocado pensar que con la globalización vamos a obtener una fórmula también global y única para resolver los problemas de modernización. No; hay que tener en cuenta cada situación específica. Ni siquiera puedes hacer la modernización en el ámbito europeo, la modernización es un proceso de cada país y han de darse tres condiciones. Los ciudadanos han de ser conscientes de la necesidad de cambiar, una ambición nacional y un liderazgo fuerte que sea capaz de llevar adelante las reformas.

En Francia tenemos el primer factor, con la gente muy descontenta de cómo va el país, pero no tenemos ningún proyecto alternativo, ni en la izquierda ni en la derecha, y tampoco tenemos un liderazgo fuerte.

Por eso estamos en una situación difícil, porque la gente está enfadada y eso crea un peligro para las democracias porque deja un amplio espacio para los extremistas y para la violencia social.

En Alemania, España y el Reino Unido, tan diferentes como son, se han dado condiciones similares, como es una generación de nuevos líderes. Estos líderes han sido capaces de tomar riesgos para hacer lo que consideran necesario para sus países. Uno puede pensar lo que quiera sobre los señores Blair, Schröder, Aznar o ahora Zapatero, son muy diferentes en muchas cosas, pero todos están dispuesto a aceptar riesgos. En Francia, no.

-Ustedes tienen al señor Sarkozy, cuya carrera hacia la presidencia parece imparable.

-Bueno, Francia se va a plantear en el 2007, año de las elecciones presidenciales, dos cuestiones: si seremos capaces de tener un cambio en la generación de líderes y, en segundo lugar, si vamos a tener un verdadero proyecto de modernización, desde la izquierda o desde la derecha.

-Regresemos a Europa... ¿Ha dicho usted que la Unión Europea es un marco inadecuado para impulsar reformas?

-Cada país es diferente, especialmente en Europa. Por ejemplo, la actitud ante el riesgo es totalmente distinta en Francia o en el Reino Unido. En el Reino Unido tenemos una sociedad muy democrática en lo político pero terriblemente clasista en lo social. Y en cambio en Francia tenemos una sociedad muy igualitaria en la que no existe aristocracia, pero con un déficit democrático enorme porque el estado es demasiado omnipresente y hay muy pocos controles y equilibrios entre las instituciones. Si quieres hacer una reforma de las estructuras sociales y económicas, hay que tener muy en cuenta esas historias diferentes.

-¿Francia como freno a la evolución europea?

-Bueno, debo insistir en que Europa no es el marco adecuado para afrontar este problema. Ese sería el camino equivocado. En Francia somos incapaces de hablar de nuestro mercado de trabajo, así que hablamos de una Europa Social. No somos capaces de discutir sobre nuestras instituciones y la figura del presidente y hablamos entonces sobre los problemas de la democracia en la Unión Europea. Europa acaba convirtiéndose en una coartada. Es un error creer que con la globalización morirán las identidades nacionales, es justo al contrario. Cuanto más globalizas, más fuertes son las identidades y cuanto más globalizas más necesitarás regulaciones específicas, que serán diferentes para cada país, aunque coherentes con la situación internacional de una sociedad y una economía abiertas.

-La deuda pública francesa pesa como una losa...

-La situación está muy clara, el último superávit del sector público tuvo lugar en 1974. Eso quiere decir que hemos tenido 30 años de déficit y la deuda pública creció del 20% del PIB en 1980 al 65% hoy en día... Y esto son sólo las cifras oficiales, sin contar los planes de jubilación para parte del sector público... En resumidas cuentas, es una ficción proceder a una redistribución de la riqueza basándola en el déficit publico como si éste pudiera ser eterno... Esto significa que los ingresos y los servicios de los franceses de hoy serán financiados por sus hijos y nietos... Esto es una locura, un sistema de desarrollo insostenible.

-Sin embargo, uno de los problemas a los que se enfrenta la gente hoy en día es a la inseguridad ante la globalización... ¿Qué papel cumple ahí el Estado?

-Pienso que en estas sociedades y economías abiertas se corren riesgos muy grandes y que la gente debe sentirse respaldada por un estado fuerte. Por eso es tan importante no estar en bancarrota, porque en un momento malo tienes que ser capaz de maniobrar... Cuanto más globalización, son necesarias políticas públicas más eficientes y gobiernos que sean capaces de llevar a cabo el consenso ciudadano durante un plazo de tiempo.

-Permítame que regrese de nuevo al tema europeo, aunque sea sólo porque una parte del presupuesto invertido en los países de la Unión viene de Bruselas.
-El interés por lo nacional no quiere decir que no nos debamos preocupar por la política económica europea, que sencillamente no está siendo eficiente. En caso de que sigamos así, Europa desaparecerá en el plano geopolítico y será cada vez menos relevante en el económico. Resultará muy difícil que podamos estar en la tribuna mundial junto a América del Norte o China e India...

-¿También en política de defensa?
-Bueno, en ese aspecto tenemos bastantes cosas que hacer si comprendemos que todos los países europeos tienen unas cuantas misiones comunes. La primera, defender el área del tratado de Schengen. No tenemos por qué pensar en desplegar nuestras tropas en todo el mundo, sino en defender nuestro continente. En segundo lugar, hemos de ser capaces de garantizar la seguridad en la ex Yugoslavia una vez que los americanos se retiren por completo. Y finalmente hemos de ser capaces de controlar nuestras fronteras, y esto es algo de vital importancia para todos los países y no sólo para España, Italia o Polonia.

Por eso creo que los antiguos debates sobre la OTAN ya no son pertinentes. Si, como en Irak, algún país decide acudir, ésa es su decisión, pero no entra dentro de los objetivos propios de la defensa europea.

-¿Y qué opina sobre ese pozo sin fondo que es la política agraria europea?
-Bueno, hemos de recordar que la Comunidad Europea se creó sobre la industria alemana y la agricultura francesa. Ese era el trato. Por supuesto, la situación actualmente es absurda y tenemos que enfrentarnos a ella. Francia y su incapacidad para el cambio están dificultando afrontar esa cuestión. Existen dos escuelas, la francesa, que defiende una estrategia del aplazamiento eterno, y otra que consiste en reconstruir el modelo agrícola francés y europeo de la misma manera que hemos de reconstruir el modelo industrial.

- Según todo lo anterior, ¿qué le parece el trayecto de España en estos años de democracia?

-En España lo que se ha producido es un continuo proceso de modernización en todos estos años de democracia a una velocidad enorme. Desde un punto de vista histórico no creo que se distinga mucho entre González, Aznar o Zapatero, sino que se puede hablar de un proceso continuo e impresionante de modernización del país.