Mirada de Occidente

"El mal es bien, y el bien es mal ..." Macbeth, William Shakespeare

domingo, enero 22, 2006

Revista de prensa europea: ¿Qué pasa en España?

En el ABC de hoy, aparece una interesante revista-de-prensa, firmada por Juan Pedro Quiñonero, su corresponsal en París.

La verdad es que ibamos a transcribir algo de TIZAS, pero esta revista-de-prensa nos parece especialmente intersante, ya que muestra con cierto acogojamiento la situación de España, eso sí, desde el punto de vista de nuestros culturales vecinos, vamos, desde Europa.


PARÍS. Gobierno y clases políticas nacionales, autonómicas y municipales andan tan obcecados en sus incontables «guerras» institucionales, jurídicas, financieras, diplomáticas y meramente retóricas que no perciben con claridad la degradación sensible de la imagen internacional de España, que la opinión pública descubre con cierta sorpresa, víctima, en alguna manera, del «ombliguismo» de las «provincias» ideológicas.


¿Es exagerado e injusto que el Frankfurter Allgemeine Zeitung hable de «limpieza lingüística» en Cataluña? ¿Se equivoca Liberation cuando afirma que «los catalanes están desunidos en sus pruritos separatistas»? ¿Miente Der Spiegel cuando habla de «viejos fantasmas golpistas»? ¿Fuerza la mano The Times cuando escribe que «muchos españoles temen la «ruptura» de España, si otras regiones continúan reclamando nuevos poderes»? ¿Es muy malévolo Le Monde cuando afirma que el presidente Zapatero se encuentra en una situación de «equilibrista»?...


Distintos espectros


De entrada, varias matizaciones. Frankfurter, Liberation, Spiegel, Times y Le Monde, entre otros, son medios de referencia incuestionable. Nadie puede poner en duda su honradez. Ligeramente conservadores (Frankfurter), ligeramente a la izquierda (Spiegel, Liberation, Le Monde) o centristas más o menos impenitentes (Times). Y llevan muchos años dando muestras de la más viva simpatía hacia España, con Suárez, con González, con Aznar y con Zapatero.


¿Por qué tales «dislates» o visiones «deformadas» de realidades que se perciben desde muy otros ángulos en Madrid, Barcelona o Cáceres? Pura y sencillamente porque los corresponsales europeos y americanos (del norte y del sur) ven la misma realidad desde muchos otros puntos de vista. Gobierno, clases políticas y medios españoles -de la más distinta sensibilidad- hacen infinitos gargarismos con palabras «maleta» como «democracia», «libertad», «tolerancia», etcétera, pero se crispan de muy mala manera cuando descubren que hay otras sensibilidades inglesas, alemanas, italianas, francesas, americanas, que no perciben España y sus problemas desde el mismo punto de vista.


Desde la Generalitat, puede pensarse que el «federalismo asimétrico» es una idea «genial». Pero quizá sea poco sensato rechazar con un gesto de suficiencia el punto de vista de un periodista alemán que tiene una experiencia histórica personal del federalismo germano, el más sólido de nuestra civilización, cuando da cuenta de sus reservas de fondo en materia de política lingüística, citando casos poco afortunados de niños o padres con problemas en colegios o escuelas. ¿Se trata de casos aislados? No parece pensarlo el matutino alemán más influyente de Europa.


Desde Vitoria, Bilbao o San Sebastián, puede pensarse que es imprescindible apoyar el «proceso de paz». Sin embargo, uno de los diarios históricamente más sensibles a la cuestión vasca considera indispensable dar la palabra a las familias de las víctimas de ETA, y hace suya una afirmación de Iñaki Arteta: «¿Reconciliación? ¿Irlanda? Aquí no hay dos campos enfrentados. Hay una banda terrorista y las víctimas. El problema político es una ficción. Nadie precisa qué recubriría la expresión fin negociado de la violencia».


Cuando el presidente Zapatero cree posible alcanzar una «paz negociada», ¿es injusto este titular de Café Babel, aludiendo al País Vasco: «Sicilia, sin sol»? Desde Bilbao o Vitoria quizá pueda parece una «exageración». Sin embargo, Le Monde responde de este modo ante tales reservas de fondo: «Contrariamente a los asesinos, las víctimas no tienen nombre en ninguna calle, ni reciben homenajes ni ceremonias de recuerdo en los cementerios. Esa estructura de indiferencia ha permitido la supervivencia del terrorismo». Desde la óptica del influyente vespertino, la paz vasca debe matizarse con ese recuerdo moral de fondo.


Venta de aviones a Chávez


Hay muchos otros «frentes» y puntos de vista donde la mirada exterior ilumina de manera muy cruda la realidad interior, eclipsada cuando no maquillada por la retórica ideológica local. ¿Qué más normal qué defender la soberanía nacional para vender armas o aviones a quien decida un gobierno soberano? Sin embargo, desde Caracas, El Universal da una «traducción» más que plausible de los negocios gubernamentales: «Chávez consolidó los vínculos con Irán: y la alianza Irán-Venezuela pudiera eliminar del mercado, en caso de agresión, 7 millones de barriles de crudo por día». Bravata bolivariana que los ayatolas no han tardado en confirmar de inquietante manera. ¿Los seguirá Chávez? ¿Cómo se percibirán en París, Berlín, Roma o Londres las relaciones privilegiadas de Zapatero con Chávez?


Incluso la prensa musulmana -no siempre un ejemplo ideal de tolerancia y liberalismo- subraya aspectos de la realidad que son recibidos con inquietud. ¿Qué piensan sobre España y el Estatuto los catalanes musulmanes de los que habla Islam.online con velado orgullo? Se trata de un problema de hondísimo calado que va mucho más allá de las fronteras de ningún Estado europeo. Indisociable de otras metamorfosis no menos invisibles veladas por la polución ideológica dominante.


El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung habla de «limpieza lingüística» en Cataluña


The Times ironiza preguntando si alguien ha visto la estatua de Serra desaparecida del Reina Sofía."

Por supuesto, todo lo anterior es discutible o no, pero como bien dice Juan Pedro Quiñonero, de vez en cuando una mirada del exterior nos puede ayudar a clarificar las cosas, ... o no.

De todas formas, con la anteior revista-de-prensa no queremos más que mostrar la preocupación que el "equilibrista" está levantando entre nuestro vecinos.