LONDRES: ¡DIOS MIO!
Esto es muy serio, pero a algunos se les llenará la boca de memeces. Nos tienen acostumbrados. Más aún desde que ganaron unas elecciones, más aún desde que politizaron, todavía más, ciertos cuerpos de seguridad, por no hablar de la ¿inteligencia? Patético.
No hay que echar más que una mirada a los "escritos" de gente tan recomendable como Ibn Taymiyya, o Al-Banna, o al lugarteniente de Ben Laden ... Pero no, algunos seguirán cerriles en relacionar el 11-M con la Guerra (sí, en mayúsculas, porque parece que no ha habido otra), al fin y al cabo es normal: ni siquiera saben que país representa la ¿antigua? Al-Andalus. Y ahora relacionarán los JJ.OO. con lo de hoy. O con Irak o Afganistán. Algú palurdo incluso hablará de Palestina. Que en Escocia hubiera una reunión más o menos importante, o que Nethanyahu andará cerca de las explosiones también puede que tenga que ver algo ... ¿o no?
Qué gente. La culpa de lo de hoy, de lo del 11-M, de lo de 11-S y demás, la tienen un demente y sus acólitos, todos ellos con unos aires de grandeza que, como vemos, nos traen de cabeza.
Kenia, Tanzania, el U.S. Cole, y muchos otros fueron un aviso. Un aviso, que como muy bien se recogió la Comisión del 11-S, se debió en parte, puede que mucha, a la ineptitud de los diferentes servicios así como a su politización.
Quizá sea complicado evitar que unos individuos coloquen unos paquetitos, o que se vuelen con ellos, que hay gente pa' to', pero ¿evitar su planificación en el origen? Ya lo decía Ramón Sánchez Ocaña: más vale prevenir que curar. (Y no, con prevención no nos referimos a los ataques preventivos ..., o quizá sí. Que cada cual lo entienda como pueda, que no quiera).
Bonita manera de celebrar San Fermín.
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