La estrategia del avestruz

No sabemos porque, o quizá no lo queramos saber, pero le hemos estado dando vueltas a lo que nuestro exultante Ministro de Asuntos Exteriores (lo de Cooperación es una gilipollez elevada al cubo que no merece más comentario) dijo con respecto a los musulmanes y a la matanza de Beslán. Todo en uno, como debe ser.

Lógicamente en el último post de ayer dijimos que aceptariamos la propuesta de nuestro insigne Canciller, si ésta era del tipo maquiavelo, más más que menos. Y sinceramente, no sabemos siquiera porque diablos lo dijimos.

Y por qué se preguntarán. Pues porque a nadie, salvo a los ablandabrevas y a la mayoría de los políticos, aunque como bien sabemos lo cortés no quita lo valiente, se les ocurre decir majaderias del tipo de hace "falta una perspectiva política mas amplia, una reflexión estratégica mas profunda, donde se incorporen otros sectores, no solamente los de seguridad, sino también los económicos, los sociales, los culturales, los religiosos, los políticos y el contexto y las percepciones que se viven entre el mundo occidental y el mundo islámico". Y todo por quedar bien con vaya a saber usted.

Pero como se puede decir algo así, si congéneres parecidos a los "chavales" (como dijo aquel) del 11M han desnudado, desnutrido y asesinado por la espalda (una variante de nuestro no olvidado tiro en la nuca) a unos crios indefensos. A nosotros nos da que estos del talante, también conocido como bambismo, no saben en que mundo viven. Una cosa es proponer cooperación económica, social o/y cultural, y otra cosa es recibir lo mismo. Una cosa es incorporar nuevos sectores, y otra cosa es olvidar, por no decir arriconar, la seguridad y la defensa.

No por mucho talante que tenga uno se va a salvar de ser objetivo de esos pervertidos de la fe. No por mucho talante esos se van a olvidar de Al-Andalus. Y sinceramente, nosotros no tenemos ninguna gana de ser mozárabes.

Y fijense que cosas que, dicho lo anterior, no nos hace falta comentar la memez de enseñar el islam en las escuelas, sobre todo si tenemos en cuenta que los bambistas aborrecen la que, muy a su pesar, es su Cultura. Aquí.